Lesiones de Rodilla

Lesiones de rodilla más comunes: ¿cuándo y cómo deben ser tratadas?

Las lesiones de rodilla más comunes son la típica contusión debido a un golpe o una caída. Esto es lo habitual que todo el mundo ha tenido que eso no suele tener consecuencias. Las más frecuentes son lesiones, luego ya más complicadas, de tipo esguinces. Hay que saber, que en la rodilla hay muchas estructuras que se puede lesionar; empezando con el hueso, arriba el fémur, abajo la tibia y delante de la rótula que se pueden facturar o que se pueden luxar. Luego, vienen los ligamentos, que hay múltiples ligamentos, a lo mejor los más frecuentes o el más conocido es el ligamento cruzado anterior.

Vienen también los meniscos que se pueden romper por un accidente o por una lesión de tipo degenerativo con los años. También, el cartílago se lesiona en un accidente en forma de fractura o, con el tiempo, encontramos lesiones degenerativas con desgaste que luego, poco a poco, llega a lo que se llama la artrosis.

¿En qué deportes son típicas dichas lesiones y por qué?

Hay que tener en cuenta el tipo de deporte. Evidentemente, no es igual un jugador de golf o un jugador de fútbol porque la rodilla no trabaja de la misma forma. Las lesiones están muy relacionadas con el tipo de deporte, especialmente si es un deporte de contacto que aumentan el número de lesiones y/o un deporte de cambio de dirección. El fútbol, por ejemplo, incluye contacto y cambio de dirección, lo que aumenta, de una forma importante el número de lesión a nivel de la rodilla. Si pensamos en esquí, por ejemplo, también hay muchos giros y riesgo de lesión con este tipo de mecanismo y la caída que puede ser fuerte, que también provoca un montón de lesiones a nivel de la rodilla. Todo este tipo de deporte, en función de su intensidad, a nivel de la rodilla provoca diferentes tipos de lesiones. Las lesiones más conocidas a nivel del esquí y del fútbol será la de la rotura del ligamento cruzado anterior, que es un ligamento central de la rodilla que al romperse provoca una inestabilidad de rodilla e impide la práctica de muchos deportes. 

¿Cuándo se sospecha de una lesión en la rodilla?   

Una lesión de rodilla necesita una visión global. Primero, la anamnesis, preguntar al paciente qué pasó; el mecanismo de lesión, una torsión y el pie al suelo, bloqueado, giro, una caída, cómo se cayó, cómo fue el contacto. Toda esta información nos guía y nos ayuda para intentar hacer el diagnóstico. Luego viene el examen físico. El examen físico es, primero mirar la rodilla, si está hinchada, si hay un hematoma, si está deformada y con esta información vamos afinando poco a poco en la dirección de la lesión. Luego, examinar la rodilla: palparla, mirar si hay un derrame, examinar cada ligamento por separado, examinar los meniscos y las estructuras de las partes blandas. Todo ello nos lleva a poder tener una sospecha de diagnóstico o ya un diagnóstico fijo. Al final, vienen pruebas complementarias como las radiografías, una resonancia o las dos cosas que nos ayuda a confirmar o a cambiar el diagnóstico. También puede ocurrir. Hay que saber que en la rodilla no siempre hay una lesión. Podemos sospechar una lesión del ligamento cruzado anterior que estará asociado a una lesión de menisco, a una lesión de cartílago o de otros ligamentos. Y, todo esto nos permite al final tener un buen diagnóstico que también nos permitirá hacer un tratamiento o conservador o una cirugía si es necesario.   

¿Cuándo deberá ser operada una lesión de rodilla? ¿Qué técnica se elegirá?  

La cirugía es una posibilidad de tratamiento, no siempre es el tratamiento adecuado para cada lesión. Cuando es necesaria se aplica; todos los meniscos rotos no se operan, todos los ligamentos rotos, no se operan. Esto es muy importante. Luego, el tratamiento quirúrgico será adaptado en función de la lesión del paciente, de la edad del paciente y de la actividad que habitualmente práctica. Siempre hay que hacer un tratamiento el más conservador posible. En la lesión de menisco intentar siempre suturar el menisco, conservar el menisco, ya que el menisco es una estructura muy importante para evitar, si hay que quitar el menisco, una degeneración del cartílago y llegar rápidamente a la artrosis. Los ligamentos que son estabilizador de rodilla, para evitar fallos, también tienen que reemplazarse si es necesario dependiendo, como he dicho antes del paciente y de la de la vida que lleva. La técnica debe ser conservadora, manteniendo el máximo posible de estructura, especialmente a nivel del menisco o/y del cartílago y, si hay que hacer una plastia de ligamento, hay que hacerlo de la forma menos agresiva posible y, si se puede hacer por artroscopia, siempre mejor. Es menos agresivo, menos cicatriz, una recuperación más fácil, más rápida y la rodilla sufre menos que con una cirugía abierta. La cirugía artroscopia es introducir una cámara por una cicatriz de un centímetro directamente dentro de rodilla, lo que nos permite a ver las estructuras sin tener que abrir y verlo directamente con los ojos. Y, con esta cámara artroscópica se puede practicar una cirugía de menisco, una cirugía de cartílago y una plastia que sea del ligamento cruzado anterior, del ligamento cruzado posterior y así no ser tan traumático para la rodilla.  

Escrito por: Dr. Gilbert Steinbacher. 06.09.2018.

Fuente: https://www.topdoctors.es