Editorial Springer entrevista al Dr. Héctor Rolando Herrera Cabral

Reaprender sobre lo ya aprendido

Héctor Rolando Herrera Cabral, nacido en Encarnación-Paraguay, 48 años de edad, Egresado de la Universidad del Nordeste UNNE (Corrientes-Argentina), ex residente y ex jefe de residentes del Hospital Nacional de Itauguá. Médico staff del servicio de cirugía de Hospital Nacional de Itauguá. . Médico staff del servicio de cirugía del Hospital IPS Ingavi. Fellow en Cirugía Bariátrica en la Clínica de Country Bogotá-Colombia, Miembro y ex presidente de la Sociedad Paraguaya de Cirugía Bariátrica y Metabólica. Miembro activo de la IFSO

Hace un año y medio sufrí un accidente de tránsito, donde fui embestido por un vehículo al cruzar la calle, un hecho que desgraciadamente derivó en una lesión medular a nivel de T4, la cual me imposibilita caminar, dejándome en una silla de ruedas. Soy médico, cirujano, especialista en cirugía laparoscópica y cirugía bariátrica (cirugía para bajar de peso), especialidades que siempre han sido apasionantes para mí, pero que luego de mi rehabilitación para poder manejarme lo más independientemente posible, lentamente se fueron esfumando de mis pensamientos desde todo punto de vista, incluso el práctico.

Colegas muy allegados querían averiguar qué iba a hacer como opción de especialidad, y manifesté mis ganas de seguir operando, de seguir haciendo cirugía. Los mismos, fueron averiguando hasta dar con un local donde vendían una silla motorizada a batería que tenía la cualidad de la bipedestación, donde en este caso estoy amarrado en forma segura a la misma y llego a la posición vertical… ¡un sueño! Aprovecho para dar las gracias nuevamente a este grupo de colegas y amigos.

En la práctica iniciamos con cirugías simples, cortas, hasta ir avanzando en complejidad, donde aprendimos que hay detalles que actualmente respetamos para estar cómodos en toda intervención, así la misma dure 20 minutos o 3 horas, por ejemplo: tener el pecho amarrado con cierta tensión y hasta cierto punto permitiéndole movilidad al tronco, el mover la silla hacia adelante o atrás según así requiera el momento quirúrgico, etc.

Gracias al Señor por dejarnos las manos y el cerebro intactos que al fin y al cabo son los “instrumentos” que hacen todo dentro de un quirófano, hacen los movimientos exactos con los órganos a intervenir, con los hilos y las suturas a realizar. El proceso y ceremonia para iniciar la cirugía sería en primer lugar, bipedestarnos, lavarnos las manos, calzarnos los guantes estériles, entrar a la sala de operación, vestirnos con el camisolín, posicionarnos e iniciar la cirugía por vía laparoscópica. Cada nueva cirugía es un repaso de lo que siempre hicimos, solo que ahora ponemos una exagerada atención y concentración en nuestro trabajo, buscando dar lo mejor de nosotros a ese paciente que depositó su confianza en el equipo de trabajo.

Desde Marzo del 2019 iniciamos el proceso de volver a operar después de nuestro accidente, desarrollando diversos tipos de cirugías laparoscópicas como colecistectomías, hernioplastias, esofagocardiomiotomía de Heller, Hernia Hiatal, Coledocotomías, Suprarrenalectomía izquierda, nefrectomía derecha. Desde Junio del 2019 a a Junio del 2020, llevamos hechas 14 cirugías bariátricas: una manga gástrica, once by passes gástricos, una cirugía de revisión de by pass gástrico y una cirugía de conversión de manga gástrica a by pass gástrico. El elemento fundamental para desarrollarnos nuevamente como cirujanos fue esta silla que logra dejarnos en posición vertical, lo otro es la paciencia, y tener en mente que todo, todo, todo se puede; si no es de esta manera, se da vuelta y se intenta de otra, pero lo más importante es la seguridad e integridad del paciente. El estar en una silla de ruedas tal vez podría ser una dificultad para operar, pero al contar con tenacidad, con una fuerza espiritual que nos ayude constantemente desde el inicio de la jornada, y con la silla bipedestadora, ¡SE PUEDE!.  Por último (y por sobre todo), no debemos olvidar nunca que todos los días uno debe reaprender sobre lo ya aprendido.

Fuente: https://link.springer.com/article/10.1007/s11695-020-04911-8